sábado, febrero 05, 2022

La noche me devora y me lleva por la ciudad. Encuentros sin sentido, el camino lleva tu nombre lejos y una luz se enciende dando paso al caos.
Bailar, proyectar las palabras y reirme de tu sombra. Las horas reclaman y el cuerpo se resiente, pero hay cierta liviandad en el aire que el respirar se torna mas fácil.
Dar vueltas, arriba es como abajo y el todo se concentra en unos minutos de silencios y palabras que resuenan...
Viajar, volver y dejarme envolver por lo cotidiano...el amanecer me encuentra con el cuerpo dormido y los sentidos floreciendo.

(De cuando el tiempo se condensa en la mirada) 

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