sábado, marzo 05, 2022

La mañana duerme en el cuerpo y el mundo reclama una presencia esquiva y volátil.
Un juego de palabras, mostrarme y esconder, saber que aquello que me hace feliz ante los demás es monstruosidad y que lo mejor es vestirlo de sombras.
Fraccionar el tiempo, dejar que otros juguen con el deseo y volverme de arcilla para que puedas jugar conmigo...
Mutar, cambiar, tomar miles de formas para la tranquilidad de tus manos, calma aparente que anuncia tormentas que llevan tu nombre mientras que el mío desaparece a gritos...