Intento ordenar los días, pero las palabras brotan como aguacero y todo se inunda en tan solo micro segundos.
Bailé, grité, incendie la ciudad, me reí llena de ingravidez e inconsciencia y tus ojos veían la soledad que me rodeaba...
Algoritmos, una charla casual que despertó las ganas de jugar y los días se volvieron mas calurosos llevando tu nombre como vestido nuevo.
Como explicar si todo se torna difuso cuando estas cerca...me creí astuta pero solo visto piel de conejo y dejo que las fauces de tu inestabilidad me devore una y otra vez.
Nuevamente las horas marcan la proximidad del encuentro, todo parece andar solo si se ajusta a tus deseos y como puedo trato de aferrarme a promesas mudas para que el frío no se sienta tan hondo.
Mira bien, intento construir castillos de papel en horas bajas...mira bien, todo lo que soy te lo doy y espero que por unas horas sea suficiente.
(De cuando el cuento se escribe con nuevas tintas...)
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