jueves, diciembre 22, 2022


Hay días que despierto mucho antes que el día se haga presente.
Las horas de un sueño ausente se vuelven parte de mí, lo real se torna difuso y un extraño aquelarre incendia mis sentidos.
Nudo verbal que asfixia, las palabras pesan en el pecho y viejas historias cobran vida en el mundo del espejo.
Equilibrio forzado, sonreírle al mundo para que todo se vista de gris normalidad y procurar que la locura siga dormida dentro de un cajón
Piso resbaloso, la humedad del cuerpo se proyecta en las paredes y mis manos intentan en vano acariciar tu sombra, pero tu risa resuena en el aire y los miedos vuelven a vestirme de desaprobación.
Caja de resonancia, un pequeño pájaro de madera y la certeza de que algunos finales conviene dejarlos abiertos...

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