viernes, febrero 19, 2010

Hubo una vez...


Hubo una vez, cuando era chiquita...no recuerdo el año, solo que tenia mucha inocencia en la mirada y la voz llena de cuentos... Fueron dias de campo, pasto, mar verde inmenso que se extendia hasta perderse en un horizonte que se bañaba de luz solar y por la noche, solo oscuridad salpicada de estrellas y bichitos de luz a mi alrededor.
Una tarde cualquiera, cuando la piel estaba vestida de naturaleza fuimos de excursion...no entendia bien, pero era mirar los rostros y todos sonreian felices. Recuerdo que escuche que alguien menciono la posibilidad de ver patos, musica para mis oidos y las sonrisas se multiplicaron...Caminar torpe, pasos cortitos, cuac cuac se oia, el corazon galopaba ante la idea de ver algun pato...ruido extraño que todo lo inundo, cuac cuac nerviosos y esa certeza de que algo no anda del todo bien...Quieta, esperando, ellos sonreian y el trofeo venia entre sus manos...era un pato vestido de rojo, mirando y la luz de sus ojos se iba apagando. Recuerdo que pedi tenerlo, me lo dieron y como pude lo acomode entre mis manos...cerre los ojos, rece una oracion de esas que se inventan, esas que son desesperadas y llenas de fe...queria que viviera, que no sufriera mas, todo fue agua y el pato ya no vivio...
Entonces las fotos que quedaron guardadas en mi memoria son la de mis manitos llenas de sangre, sosteniendo un pato que antes de nuestro arribo era pura vida, el rostro de los otros pleno de satisfaccion y sus miradas de ternura por mi tristeza...
Tiempo paso, otras aguas corrieron y por esas cosas en algunos momentos la memoria y sus misterios me trae esa tarde...donde la sensacion del creer fue tan inmensa, tan grande que llenaba todo mi pecho...hoy quiero creer con la misma fuerza, poder hacer que tus ojos vean lo que mis palabras ocultan y que la ausencia no haga chiquito el corazon.




I believe in fairies...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y a pesar de todo no has olvidado a aquel pato que jamas pudo ser nombrado... Cree niña, yo e visto ese pato en otro lado.



Cristopher Laertes. (Un lobo)

Petardy dijo...

Ojalá nuestras bocas siempre estuvieran llenas de cuentos.