Los días fueron y son, un reflejo multiplicado de sensaciones, gritarle al viento, llenarme de sol, vestirme de lluvia y tal vez florecer por las tardes...
Camino errático, pensamientos que se tejen a la hora de la siesta y el aire no siempre es suficiente...
(De cuando el sentir no es liviano y las palabras se enredan en las manos)